Medalla Milagrosa
Comprar una medalla milagrosa Déjese llevar por las medallas milagrosas atemporales e icónicas de la Casa Laudate, socia de todos sus eventos familiares. Nuestros modelos de medallas milagrosas en oro amarillo de 18 quilates, en forma ovalada, están disponibles en varias tallas y se pueden llevar a diario. Con diseño inmaculado, o incluso Virgen de los Pobres, recrean las figuras tradicionales de María con elegancia y son verdaderas fuentes de protección. Algunas de nuestras medallas milagrosas también son personalizables en la parte trasera mediante grabado, con un nombre, una fecha o una palabra, a petición, con diferentes opciones de tipografía. Estos colgantes combinarán a la perfección con nuestras cadenas de oro amarillo en forçat redondo, limado o en malla de alambre. Todo ello será un regalo ideal para un nacimiento, bautismo, comunión, confirmación o boda, u otro evento especial. ¿Qué es una Medalla Milagrosa? Las milagrosas fueron creadas tras apariciones marianas en 1830, en la calle du Bac en París. La historia cuenta que personas habrían visto a la Virgen María aparecer en las calles y mostrando esta medalla para que fuera fundida. Toda persona que lleve esta medalla será protegida por la Santa Madre de Dios. La Casa Laudate le ofrece una selección de medallas milagrosas en oro de 18 o 9 quilates, para llevar como colgante. ¿Cuál es el significado de una milagrosa? Esta medalla ovalada se ve como un testimonio de amor, garantía de protección y fuente de gracia. Quienes llevan esta medalla reciben la protección de la Madre de Dios. Estas medallas serán el regalo perfecto para un niño, y el colgante debe colocarse cerca del corazón de quien la lleve. Si aún no está seguro del rostro de la Virgen María que desea para su medalla, la Casa Laudate también ofrece otros tipos de medallas con la imagen de la Virgen. Descubra sin más demora nuestras medallas de la Virgen María y medallas de la Virgen con el Niño. ¿A quién ofrecer este tipo de medalla? Originalmente, las medallas milagrosas suelen ofrecérselas a personas enfermas para su protección y sanación. Las medallas milagrosas son un regalo de nacimiento, bautismo o comunión, en señal de protección y afecto, ofreciendo así a quien porte el colgante una protección especial de la Madre de Dios. Para personalizar esta medalla, la Casa le propone grabar una fecha o un mensaje más personal: esto permitirá agregar detalles que la harán única. Como la medalla del ángel, el símbolo de la Virgen María milagrosa es apto tanto para hombres como para mujeres. Para hacer que esta joya religiosa sea armónica, debe elegirse un diámetro de medalla adecuado a la morfología de quien la llevará. También será recomendable combinar ese colgante con una bonita cadena de oro amarillo de 18 quilates, preferiblemente del mismo metal que la medalla. La entrega de estas medallas (si están en stock) se realiza en 48 horas tras la validación del pedido; también puede encontrarlas en nuestras cuatro boutiques Laudate. Origen de la historia de la Virgen María a Catherine Labouré ¿Alguna vez se preguntó cómo nació la medalla milagrosa, ese objeto de devoción tan famoso en todo el mundo? Su origen remonta al siglo XVIII, en París, en un convento de la calle del Bac, donde vivió una joven religiosa llamada Catherine Labouré. En 1830, Catherine afirmó que la Virgen María se le apareció en tres ocasiones. En una de estas apariciones, la Virgen habría pedido la creación de una medalla con la inscripción «¡Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti!». Catherine compartió este mensaje con su confesor, quien hizo fundir la medalla, reproduciendo así la petición de la Virgen. La medalla logró un enorme éxito, difundida en todo el mundo. En la siguiente sección de este artículo, abordaremos las apariciones y el mensaje transmitido por la Virgen a Catherine Labouré. Apariciones y mensaje de la Virgen En una de las apariciones de la Virgen a Catherine Labouré en 1830, la religiosa habría recibido un mensaje claro y preciso. La Virgen María habría pedido la creación de una medalla que llevara una inscripción. Esta debía representar a la propia Virgen, con una leyenda alrededor de su imagen. El mensaje final era simple pero poderoso: «¡Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti!» La Virgen también habría pedido que quienes llevaran esta medalla la usaran colgada al cuello, para que estuviera fácilmente accesible en todo momento. La realización de esta medalla era muy importante para la Virgen María, que quería transmitir un mensaje de amor, misericordia y protección. Con esta medalla, la Virgen deseaba ofrecer a cada uno un medio de conectarse con ella y obtener su bendición. Gracias y milagros atribuidos a la medalla ¿Alguna vez se ha preguntado por qué la medalla milagrosa bautismal se considera un objeto de devoción tan poderoso? Muchos católicos creen que la medalla posee poderes milagrosos, capaces de curar enfermedades, aliviar sufrimientos y proteger contra el mal. De hecho, muchas personas han reportado gracias y milagros tras llevarla o rezar con ella. Algunos testimonios hablan de curaciones inexplicables, conversiones espectaculares o situaciones desesperadas que mejoraron milagrosamente tras la intercesión de la Virgen. Muchos santuarios y lugares de peregrinación ofrecen testimonios de gracias obtenidas gracias a la medalla. Este entusiasmo por la medalla milagrosa explica en gran medida la confianza que los creyentes tienen en el poder de la Virgen María y su apego a la historia de Catherine Labouré y las apariciones de la Virgen en 1830. La medalla para ellos es una señal tangible de la presencia y protección de la Virgen en sus vidas. La medalla milagrosa hoy: un objeto de piedad aún popular La medalla milagrosa sigue siendo un objeto de piedad muy popular en todo el mundo en la actualidad. Desde su creación en el siglo XVIII, ha tocado a millones de personas en todo el mundo y continúa siendo un medio poderoso para que muchos se conecten con la Virgen María. La medalla bautismal se distribuye a menudo gratuitamente en iglesias y santuarios, y muchos fieles la llevan para obtener la protección de la Virgen. Para estos creyentes, la medalla es mucho más que un simple objeto; representa un vínculo concreto con su fe y refuerza su compromiso religioso. Numerosos testimonios indican que la medalla ha tenido un impacto profundo en la vida de quienes la llevan, ofreciéndoles protección, gracias y milagros. Así, la medalla milagrosa sigue siendo un objeto importante de devoción para los católicos en todo el mundo.